lunes, 16 de mayo de 2016

Cambio, de sillas

Cambiar, sin mover

Vivimos en un país curioso, nadie lo puede negar, donde todo cambio político es, desde tiempo ha, meramente virtual.
Los malabares de un gobierno imposible, esto no s han contado, desde las últimas elecciones, son algo que invita a reflexionar.
Se trata de un deporte curioso, le han llamado negociación.  
Teníamos un árbitro, vestido de negro, el PP, donde unos estaban en la cárcel, otros hacían de guardianes y otros de jueces, con un gabinete de prensa encargado de confundir al personal.
Uno de los equipos, el PSOE,  se hacía de líder ganador, jugando con ventaja, siempre jugando en casa, con al experiencia de quien ya conoce las reglas, sabiendo lo que se gana y cómo se hace. Siempre con el golaverage a favor, jugando con Ciudadanos y Podemos, que le hacían de comparsa.  
Todos jugando al mismo juego:
  1. Qué gano.
  2. Qué pierdo.
  3. Cómo gano más.
Resultado:
Los cálculos matemáticos indican que, si repetimos la jugada, ganaremos más.
Conclusión:
Repetimos la jugada por fuera de juego.
No interesa un juego con 4 equipos
Seremos buenos y ahora lo haremos bien.
Volvemos a las reglas de juego del fútbols clásico.
No hay que mover nada, nada debe cambiar.
Nada de jugar con árbitros en las gradas: un sólo árbitro.
Nada de líneas en el campo.
El negocio es global, nada de líneas en el campo.
Volvamos a lo de antes: una sola TV, la UNO.
No hay que mover nada!

Un Revival acordado

Para silenciar, lo que les es incómodo, los DOS se han puesto de acuerdo:
PSOE desentierra viejas figuras, las que siempre están en su lado oscuro del poder, aquellos que siempre han mandado, se han enriquecido y, un día lejano, dieron resultados positivos. Vuelve el PSOE a buscar auxilio en el PSC, su garantía del pasado.
PP confía en el olvido, después de meses de silencio, cree que los ciudadanos han recuperado la memoria del voto, cree que la amnesia, después de su silencio, les proporcionará buenos resultados. Su arma preferida es la comodidad: 
lo lógico
lo sensato
el sentido común.
Saben que los ciudadanos ven gigantes donde han molinos, están convencidos su Quijote seguirá siendo sensato, o al menos así lo mostrarán.
Lo acuerdos entre ambos se producen en los entresijos de su poder: 
En la lejanía de Panamá
En los acuerdos de Bruselas
En las Bolsas Nacionales, con don IBEX de trompetista.

¿Y los nuevos?

Juntos Podemos y Ciudadanos aguardan, pacientes o impacientes, los resultados de este teatro en la sombra, no ven los personajes, no tiene los recursos del Poder, no tienen su presupuesto, ni su experiencia, ni muchos de sus recursos.

¿Qué tienen los nuevos?

Tienen un cabreo mayúsculo.
Voluntad de cambio.
Necesidad de poder.
No son los camaleones de la verdad.
Su mayor recurso: la juventud.
Gran parte de los medios en contra.
Necesidad de cambiar las sillas, no hacia un lado, cambiar de sitio y de mobiliario.
No son los herederos de los tiempos oscuros.

¿Qué nos queda?

Muchos estamos:
  • Indignados
  • Cabreados
  • Despistados
  • Hartos
  • Aburridos
  • Lejanos
  • Pasivos
  • Sordos
  • Ciegos
  • Idiotizados
  • Ignorados
Y tantas expresiones, que nos alejan de este mundo, nos encierran en nuestros espacios, y nos impiden actuar.
Si no echamos del poder los que lo han tenido siempre, nada se puede mover en España




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