miércoles, 13 de septiembre de 2017

Había un país (1)

Había un país.

Era muy grande, muy poderoso, con un gran ejército, era un Imperio.
Dominaba gran parte del mundo.
Tenía muchos soldados, armas y dinero.
Le protegían muchas leyes.
Un pequeño gran hombre derrotó su arrogancia.
El mundo le miraba, él desafiante, perseveraba.
Con su tejedera de hilo y sus huelgas de hambre derrotó al gran país.

Otra historia

Otro país presumía que en él nunca de ponía el Sol.
Robó mucho oro.
Asesinó inocentes .
Dejó tras de sí un rastro de muerte y ladrones.
Tenía muchas leyes para sojuzgar y someter a los pueblos pequeños.
Un día creó una Armada Invencible, que sirvió para llenar el mar de cañones y cadáveres.
Inventó un Tribunal de conciencia, dictador de opiniones, con él llevó a la hoguera inocentes y herejes.
Este país deambuló por los limbos presumiendo de demócrata, sojuzgando conciencias y oprimiendo minorías.

Destinos cruzados

El primer país fue derrotado por un solo hombre. Con sus  huelgas de hambre captivó al mundo y todos le aplaudieron, el Imperio no tuvo más remedio que conceder la independencia y la liberad a la India.

El segundo país llenó las cárceles de gente, dictó leyes y más leyes, hizo honor a su pasado dictatorial, cuando el mundo vió las cárceles llenas, cuando vió a los inocentes castigados, no tuvo más remedio que callar y conceder lo que sus ciudadanos pedían!

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